Hace unos días hablamos de lo poco que estamos acostumbrados a la cultura de la prevención. Y es que, si te dedicas a organizar eventos te sonará aquello de… nunca pasa nada hasta que pasa y acaba con tragedia.
La mayoría de veces, ocurren cuando menos te los esperas. Sin ir más lejos, este 5 de noviembre, una avalancha humana provocó 8 muertos y más de 300 heridos en el festival de música Astrowold, de Houston (Texas). Un festival organizado por el rapero Travis Scott en el que había 50.000 espectadores.
En estos momentos, la policía de Houston, ya ha abierto una investigación para averiguar las causas de la tragedia ocurrida en este festival.
Y es que, no nos cansaremos de decir que las tragedias ocurren, ya sea por infortunio o mala organización. Por ello, son muy importantes los seguros de responsabilidad civil.
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En este artículo, repasamos algunas de las peores tragedias en festivales y recordamos el más importante ocurrido en España en la última década: el caso de Madrid Arena.
Algunas de las peores tragedias en conciertos
Debido a la seguridad inadecuada o a una mala planificación por parte de los organizadores del evento, han estado muchos los promotores y grupos musicales que han experimentado como, en cuestión de minutos, la ilusión y el “buenrollismo” de sus eventos se transformaban dando paso a escenas de pánico y terror.
Muchos promotores de eventos y grupos musicales han experimentado como, en cuestión de minutos, la ilusión y el “buenrollismo” de sus eventos, se transformaban dando paso a escenas de pánico y terror
Uno de los más importantes fue el concierto organizado por The Who en Cincinnati, Ohio, el 1979, que terminó con la muerte de 11 personas. Otro más reciente fue el Festival de Woodstock, en 1999, considerado el peor festival de la historia, donde 700 personas tuvieron que ser tratadas por deshidratación. También tenemos en nuestra memoria la tragedia en el festival del Love Parade de Duisburgo, Alemania. Tuvo lugar el 24 de julio de 2010, cuando 21 personas fallecieron durante una estampida humana. Y, sin lugar a dudas, el caso más próximo es la tragedia de Madrid Arena, una fiesta de Halloween donde una avalancha humana terminó con la muerte de cinco jóvenes.
Repasamos las causas de la tragedia de Madrid Arena y sus consecuencias judiciales.
La tragedia en el concierto de Madrid Arena
La tragedia de Madrid Arena tuvo lugar durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2012 en la macrofiesta Thriller Music Park para celebrar Halloween en Madrid, en la que más de 16.000 personas habían comprado entrada.
El evento, organizado por Diviertt, llevaba en el programa una sesión de música electrónica. El plato fuerte de la noche era la actuación del DJ Steve Aoki, prevista a las 3 de la mañana.
«Una riada humana» y «una ratonera» acaba con tragedia
Sobre las 23.25 horas se abrieron las puertas del pabellón al público, aunque la mayor afluencia se produjo entre las 2 y las 3 de la mañana cuando muchos de los jóvenes que estaban haciendo botellón en las inmediaciones del recinto, decidieron entrar de golpe para ver la actuación.
Es entonces cuando, en palabras de testigos se produjo “una riada humana” desde el exterior hacia la pista central. Y, en palabras de los abogados, el pabellón se convirtió en una auténtica “ratonera”.
A las 3.35 horas, cuando la pista estaba masificada por la venta de más entradas de las permitidas, porque estaban cerrados cinco de los ocho pasillos de evacuación (vomitorios) por los que el público podía salir, y porque en dicha pista habían entrado miles de personas en menos de media hora, muchos de los jóvenes sintieron una sensación de agobio e intentaron salir por los pasillos de evacuación, coincidiendo con otros que trataban de entrar.
Según se recoge en la sentencia, muchos jóvenes que estaban en el interior del vomitorio cayeron encima de otros, produciéndose en pocos segundos una “montaña de personas”.
En ese momento, lo que tenía que ser una noche divertida, terminó con decenas de heridos, escenas de pánico, y la muerte de las cinco chicas (tres esa misma madrugada y dos, días más tarde, en el hospital) en una auténtica avalancha humana.
¿Qué falló en el evento de Madrid Arena?
Después de años de investigación, con más 14.000 folios de instrucción, en 2018 el Tribunal Supremo determinó que el exceso de aforo fue la causa fundamental de la tragedia.
Y es que a raíz de este suceso salieron a la luz múltiples irregularidades entre la empresa promotora de la macrofiesta, Diviertt, y el Ayuntamiento de Madrid.
El Supremo confirma que el exceso de entradas vendidas en el Madrid Arena fue el origen de las cinco muertes
Exceso de aforo
Según el juez instructor, el aforo autorizado para el evento era de 10.620 personas, pero se vendieron 16.605 entradas.
La propia configuración del recinto, cuya pista central está diseñada para la práctica profesional de deportes y no para macrofiestas, lleva a la confusión sobre cuál es su aforo legal para un acto como el de aquella noche, que en todo caso no superaría las 10.000 personas.
Además, la empresa promotora había pagado por el alquiler del recinto la tasa correspondiente a un aforo no superior a las 5.000 personas, una de las muchas irregularidades denunciadas en la relación contractual entre el Ayuntamiento y Diviertt.
Fallo de seguridad
La causa principal de la tragedia fue el exceso de aforo y la apertura de un portón de carga que, al ser utilizado súbitamente por miles de jóvenes durante una actuación, saturó la pista central y sus pasillos de evacuación, provocando en uno de ellos la avalancha.
En el juicio quedaron patentes las negligencias que hubo por parte del equipo sanitario responsable del evento, y por parte de la empresa encargada de la seguridad, Seguriber.
La sentencia y las consecuencias judiciales del caso de la tragedia de Madrid Arena
En marzo de 2018, el Tribunal Supremo confirmó la condena a cuatro años de prisión impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid al presidente y administrador de la empresa Diviertt y promotor de la fiesta de Halloween, Miguel Ángel Flores.
La sentencia lo consideró responsable de cinco delitos de homicidio y catorce de lesiones por imprudencia grave y lo inhabilitó para el ejercicio profesional de cualquier actividad en relación con la organización y celebración de eventos durante el tiempo de la condena. Se le impuso la pena máxima, al considerar que conocía la situación de riesgo a causa del sobreaforo y, aun así, lo permitió para conseguir un mayor beneficio económico.
Además, el tribunal también confirmó tres años de prisión por los mismos delitos al responsable de Madrid Espacios y Congresos S.A. (Madridec), y al director general de Diviertt; dos años y seis meses de prisión al jefe de personal de Diviertt, y al socio de Kontrol 34 (empresa encargada de controlar el acceso al recinto).
Responsabilidad civil de más de dos millones de euros
La sentencia del Supremo consideró tanto el Ayuntamiento de Madrid como la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, ya disuelta, responsables civiles subsidiarios y les obligó a pagar indemnizaciones de más de dos millones de euros a las familias de las cinco víctimas – entre 300.000 y 480.000 euros – y a los lesionados.
La sentencia corrobora la responsabilidad civil subsidiaria de Diviertt, Seguriber, Kontrol 34, Ayuntamiento de Madrid, y Madrid Destino, Cultura y Ocio, que sustituyó a Madrid Espacios y Congresos S.A. (Madridec), así como la responsabilidad directa de las aseguradoras Mapfre, Hiscox, Zurich y AIG Europe.
¿Se podía haber evitado?
Está claro que tanto el exceso de aforo por codicia, la falta de organización de los promotores del evento, las negligencias por parte del equipo médico y la incompetencia del personal de seguridad no ayudaron a evitar las pérdidas o, cuanto menos, limitar sus traumáticas consecuencias.
Después de 9 años de la tragedia, el principal responsable está libre y el tiempo no ha sanado las heridas.
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Por Laia Dolcet (Deparaula)
